Las ciudades que cambian con los años y se adaptan a las nuevas maneras de vivir y pensar son ciudades dinámicas, jóvenes y con vida. Con los años Madrid está transformándose en un lugar donde podemos contar con todo lo que necesitemos pero además ya con la intención de dejar por el camino la menor huella ambiental posible. Y esto requiere cambios en el transporte, los residuos, la presencia de zonas verdes y hasta la propia fisonomía de la ciudad y sus calles..

La última buena nueva al respecto viene de la mano de la peatonalización de las calles. Y es que desde este mes de enero se van a convertir 203.440 m2 de la capital en espacio cero emisiones de manera definitiva, una superficie equivalente a 18 veces la Puerta del Sol (10.900 m2). Esta transformación será posible gracias a la conversión de 10 kilómetros lineales de calzada, por donde actualmente circulan vehículos, en tramos peatonales. 48 tramos en total, repartidos entre los 21 distritos de la capital, eliminarán de todas estas zonas 14,6 millones de vehículos anuales, 40.000 vehículos al día.

La vicealcaldesa ha recalcado que el propósito de la iniciativa es ofrecer a la ciudad una dimensión más humana: “Lo que se consigue es humanizar la ciudad. Estamos introduciendo plazas de pueblo en una ciudad tan grande como es Madrid, generando esos espacios de encuentro y no solo en el Centro, sino a la vuelta de la esquina de cada casa de cada madrileño”.

El delegado de Medio Ambiente, Borja Carabante, ha destacado que esta acción se ha desarrollado con los cuatro criterios fijados por los técnicos del Área de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento: que la peatonalización supusiera un impulso al comercio de cercanía; que ampliara los espacios estanciales y las zonas verdes; que ofreciera un acceso seguro a los centros escolares y que mejorara la accesibilidad de los cascos históricos de los distritos.

El diseño de las peatonalizaciones anunciadas está alineado además con una de las medidas de los Acuerdos de la Villa, que se firmaron en julio en la mesa de trabajo de Movilidad Sostenible y Medio Ambiente. Los cinco grupos municipales pactaron entonces que deberían llevarse a cabo en todos los distritos, “prestando especial atención a los cascos históricos, a zonas con escasez de espacio peatonal y a la proximidad de mercados, centros de salud, centros educativos y zonas de acceso al transporte público”.

Las actuaciones que se van a ejecutar se han elegido atendiendo a las peticiones de los distritos y siempre con el objetivo de mejorar la calidad del aire. A su vez, se ha perseguido que también favorezcan el comercio y la restauración en distintas zonas como por ejemplo en Centro, gracias al término de la peatonalización de la calle de Fuencarral hasta Barceló o la de la calle Laguna en Carabanchel. En otras, se mejorará la accesibilidad peatonal y se ampliará el espacio de estancia como en la plaza de Olavide en Chamberí o en los cascos históricos de Fuencarral-El Pardo, de Vicálvaro o el de Hortaleza. También se crearán entornos más saludables en lugares donde existen centros escolares.

Moratalaz

Nuestro distrito también contará con uno de esos cambios peatonales. En nuestro caso se convertirá en peatonal la calle Oberón entre Mario Cabré y Mérida, justo entre el Colegio Sagrada Familia y el polideportivo. Una suerte de vía segura peatonal para los niños aunque, eso sí, un posible quebradero de cabeza para los padres que suelen ponerse en doble y triple fila para dejar a sus hijos en la misma puerta del colegio.