A trompicones, con cuentagotas, pero avanzando, que ya es algo. Un impulso que ya le hacía falta a un parque que si bien es una delicia pasear por él, ha cruzado el umbral de la década (12 años) desde que Gallardón la inauguró.

Para hacernos una idea aproximada de lo grueso que queda por "adecuar" en la Cuña, faltarían justo los dos extremos del parque. Por un lado tenemos la zona de Arroyo Media Legua y Arroyo Belincoso, donde actualmente hay un vertedero ilegal, un poblado chabolista y el terreno cuya titularidad es privada, algo que para revertir a municipal sus dueños no han dejado de especular año tras año subiendo el "justiprecio" hasta varios millones de euros; una situación cuya resolución pasará por pagar en algún momento. En el lado opuesto, justo detrás del auditorio al aire libre donde corta Fobos con José Bergamín, nos encontramos con un secarral que va hasta Fuente Carrantona y contrasta bastante con los árboles y vegetación a escasos metros; pues bien, ahí será donde se lleve a cabo esta quinta fase.

La hoja de ruta, con un presupuesto es de 6,58 millones de euros, se marca un horizonte de 10 meses para su puesta a punto y pasa por la construcción de un recinto ferial, donde a partir de ahora se celebrarán las Fiestas y otros eventos, varios circuitos de bicicletas, pistas polideportivas así como un acondicionamiento de la vegetación y el parque.

El proyecto pretende plantar más de 700 árboles y 50.000 arbustos que serán elegidos por sus cualidades paisajísticas y estéticas, así como por su adaptación al clima madrileño. Además contará con praderas de césped al parecer con riego automático, algo que debieran tener en consideración igualmente con la pradera a la altura de Marroquina, seca de normal si la meteorología no acompaña.

Se ha proyectado también la consolidación de la Atalaya en la zona noreste de la parcela. El acceso se podrá realizar a través de dos caminos acompañados por alineaciones de cipreses, plantándose en las laderas grupos de almendros y de olivos.

Las superficies destinadas a recinto ferial van a organizarse teniendo en cuenta el diseño de un parque urbano y la compatibilidad de un uso intensivo durante las Fiestas con otros recreativos y deportivos durante el resto del año. Esta zona ocupará una hectárea y dispondrá de dos espacios, uno para la pista de baile, y otro para las atracciones.

La pista de baile se ubicará en una plataforma intermedia e incluirá una pantalla acústica vegetal para proteger a las viviendas de la calle José Bergamín de las actuaciones musicales. Será una explanada diáfana con una superficie de 5.800 metros cuadrados y pavimento de adoquín prefabricado de hormigón.

Las atracciones se instalarán en una plataforma superior que estará dividida en dos niveles separados por parterres ajardinados y comunicados mediante rampas. Los dos espacios estarán pavimentados en asfalto y ocuparán una superficie de 7.800 metros cuadrados. Durante todo el año albergarán dos pistas de baloncesto, una de fútbol sala, una de patinaje y un circuito de skate.

A petición de los vecinos de la zona, o al menos eso dice el Ayuntamiento, en la parte superior de la parcela se construirá un parque para bicicletas compuesto por un circuito de pumptrack y dos de dirtjump, tanto de iniciación como avanzado. Los tres circuitos estarán perfectamente entrelazados de modo que permitan su utilización de manera individual o combinada.

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